José Mercedes Paiz: Sin miedo al cambio
José Mercedes Paiz de 64 años, es actualmente el presidente de la Cooperativa Humedal de Apanás, organización miembro de Nicafés. Se destaca por ser un líder innovador en la producción de café que anima a sus socios al cambio. Conozcamos sus aportes al rubro.
El amor por la tierra ha marcado la vida de José Mercedes: “Traigo eso desde que soy niño”. Por lo que decidió anotarse en la universidad para estudiar ingeniería agrónoma en Managua, en donde también conoció a su esposa, originaria de Jinotega.
En la ciudad de las brumas encontró oportunidades de desarrollo económico y profesional para la crianza de ganado y cultivo de hortalizas, granos básicos y, sobre todo, el cultivo del café.
Arrancar de cero
Nació en León. Sus abuelos y sus padres eran agricultores y ganaderos. Debido a las sequías y crisis económicas en la zona, la familia de Paiz perdió buena parte de sus tierras.
En los años 90, a sus 32 años ingresó a trabajar en CISA-agro, como gerente de dos fincas de café: “las desarrollé desde cero pues no tenían café, solo las tierras, llegué a producir 22 mil quintales de café en las dos fincas”. Trabajó 16 años para CISA en donde crecieron sus conocimientos de contabilidad y administrativos.
En Jinotega, allá por los años 80, comenzó trabajando en el sistema financiero, después en el Ministerio de Desarrollo Agropecuario y Reforma Agraria (MIDINRA). En esos tiempos había un brote de broca en el país, José Mercedes se encargó de elaborar los reportes de esta plaga como director de una empresa estatal de café y ganado.
Sus primeras tierras y el cooperativismo
Un valor característico de don José es el ahorro y saber aprovechar las oportunidades que se le presentan. Mientras estaba en CISA-Exportadora fue comprando sus propias tierras, incorporando café y ganado. Su primera finca fue en la comunidad El Mancotal, en Jinotega.
Cuando dejó de trabajar en esta empresa se dedicó de lleno a sus propias tierras y junto a otros técnicos, mayormente agrónomos, ex trabajadores de la misma compañía empezaron a agruparse para vender café.

“Les vendíamos café a CISA, negociamos el diferencial, el beneficiado, un dólar más barato y nos permitió hacer negocios con esta empresa a largo plazo”, explica Paiz.
El grupo de agrónomos decidió agruparse en una cooperativa ya existente, la que ahora se conoce como Cooperativa Humedal de Apanás. Según cuenta Paiz, antes de que ellos ingresaran la cooperativa estaba a punto de ir a la bancarrota.
Pero el conocimiento técnico que tenían los extrabajadores de la compañía de café, la experiencia en temas contables y la contratación de personal administrativo ayudó a desarrollar y levantar la cooperativa, a la que recién se integraban.
Hoy, José Mercedes es el presidente de la Cooperativa Humedal de Apanás que cuenta con 37 asociados, 45 fincas y 1,995 manzanas distribuidas en los municipios Jinotega, el Cuá, San Rafael del norte y Rancho Grande del departamento de Matagalpa.
Rompiendo los modelos tradicionales
Como representante de la cooperativa, tuvo la oportunidad de compartir experiencias en Brasil, donde los caficultores de este país han mejorado el rendimiento y variedades.
De esa experiencia le vino la motivación de iniciar un proceso de renovación de cafetales y cambios en su finca de Rancho Grande en Matagalpa.
Su meta es bajar los costos de producción. Para ello aplicó la técnica de disminuir densidad de planta por manzana, eliminando una hilera de plantas de café y expandiendo el surco a cuatro varas de ancho entre matas. A fin aprovechar el uso de fertilizantes y disminuir la mano de obra y una mayor producción por planta.
En esos surcos que están quedando vacíos, le sembró banano de por medio.
“El modelo mío va a pasar algún tiempo para que dé sus frutos, pero ya le voy sembrando la semillita a los socios de que tienen que hacer el cambio si quieren sobrevivir”.
Para José Mercedes es necesario que en Nicaragua los caficultores también superen los modelos tradicionales de producción: “Puede estar produciendo 5000 quintales, pero son 5000 quintales que no están generando ingresos justos al productor”.

Por otro lado, explica que es necesario que algunos de los productores, sobre todo los de pequeña escala tengan mayor control de los costos de producción “El cafetalero se mete reales en esta bolsa y lo saca de la otra, no tiene ese conocimiento, para saber dónde reducir costos”.
Actualmente don José Paiz participa en procesos de capacitación e intercambios de experiencias con los socios a fin compartir los conocimientos que van adquiriendo.
Apostar por la diversificación
José Mercedes es un hombre de cambios y esa actitud la aplica a cualquier proyecto sea o no relacionado al café.
Como parte de su proyecto de diversificación de fincas también ha apostado por la ganadería, porque entiende que cuando al café le va mal, el productor debe diversificar sus medios de sobrevivencia.
El futuro del café
Paiz considera que los costos para producir café son muy altos en Nicaragua, por ello es importante el cambio de modelo de producción.
Los cambios en este modelo implicarían eliminar un surco de por medio, disminuir la contratación de trabajadores y la aplicación de menos fertilizante.
Paiz considera que es importante la intervención del Estado, a través de un plan de gobierno y la asistencia del Ministerio de la Agricultura en asesoría técnica y financiera a los pequeños productores.
“El productor tiene que hacer el cambio y para hacer el cambio tiene que haber asistencia técnica».
Paiz asegura que una de las fortalezas que tienen países como Brasil y Vietnam es que los pequeños productores reciben apoyo del Estado tanto en asistencia técnica como financiera.
Otro reto importante para los caficultores es diversificar la finca lo que significa cambiarle el disco al productor. Paiz considera que el problema es la tradición: yo soy cafetalero y yo soy hecho a eso, pero siguen haciendo las cosas de la misma manera, por eso recomienda a sus socios no temerle al cambio.
- Redacción: Claudia Pineda
- Revisión y edición: equipo coordinador y de comunicación de Nicafés